Rentabilidad VS Viabilidad

Rentabilidad VS Viabilidad

La gran incógnita de los nuevos emprendedores
  • Voy a sacar el producto a la venta, de momento es gratis, hasta que consiga suficiente tráfico.
  • Guai. Si sacas el producto, es que ya has testado el mercado ¿no?
  • Sí, te he leído y lo he probado. La gente lo quiere.
  • ¿Pero también pagaría por él?

El pasado jueves, a través del post sobre la imagen de marca, podíamos comenzar a recabar información sobre nuestro proyecto empresarial.

Recabar información es vital. Pero, ¿cómo la recabamos?

Vendiendo mis lectores, vendiendo. Todo el tiempo.

Hay un concepto muy conocido en el mundo emprendedor, el Lean Startup (hablaré más adelante sobre esta metodología).

Se basa en crear ciclos de aprendizaje, es decir, hacer – medir – aprender con cada acción que llevemos a cabo.

Si después de cada ciclo no aprendemos, esto no vale para nada.

Yo mismo lo probé. Hacía y medía acciones. Pero no aprendía. ¿Qué me pasaba? Que daba vueltas en círculos.

Lo que conlleva quemar pasta y quemarse uno mismo.

El Lean Startup revolucionó un mercado, y no es más que un prueba – error en menor escala. Seguro que ya sabéis que los nombres en inglés molan más. Mirad belanders.

No. Es mentira. En este post os lo explico con detalles. Poned un nombre fácil.

Vendiendo y observando podemos saber si el mercado está interesado y, lo mejor de todo, si está dispuesto a pagar por nuestro producto.

Antaño, nadie creaba proyectos altruistamente. Ni siquiera las ONGs.

¿Qué nos está pasando a día de hoy? Montamos proyectos para el mercado. Eso está muy bien. Pero casualmente solo tenemos un tipo de cliente.

Nuestros inversores.

Esa figura difícil de convencer a día de hoy, aunque cuenta la leyenda que hay proyectos que logran engatusarlos con un powerpoint.

No me lo creo.

Un proyecto casi siempre es viable, pero rara vez es rentable. ¿Y al revés, rentable pero no viable?

Es cierto que con los nuevos modelos de negocio que creamos, el futuro es impredecible. Y no se puede calcular al 100% la rentabilidad esperada.

¿Qué hice yo? Pensar en cuál era mi máxima pérdida asumible. Si todo se va "al garete", ¿puedo seguir viviendo en condiciones? Si tu respuesta es sí, tírate al agua, pero con un plan A, B, C, y W si hace falta.

Pero parece que, en el mundo emprendedor de hoy en día, la rentabilidad y la sostenibilidad del proyecto está sobrevalorada.

Emprendedores también fueron mis abuelos.

Montaron con su dinero y con préstamos familiares una tienda de ultramarinos en el centro del pueblo. Ahí estaban, dando el callo unas 14 horas al día para que nunca se les considere emprendedores, si no tenderos.

Parece que estamos olvidando quiénes son los emprendedores reales. Si no haces una plataforma como Facebook, no eres emprendedor.

Te quedas solo en autónomo.

Emprendimiento = tecnología = ¿unicornios*? Creo que estamos estropeando la imagen del emprendimiento. Un emprendedor no busca un exit (venta de la empresa o salida a bolsa) desde el día que crea la Sociedad Limitada. Un emprendedor busca disfrutar y vivir de un proyecto que ha creado de cero él solito.

*En el mundo emprendedor/empresarial/startupero se consideran unicornios a aquellas empresas que están valoradas en más de 1.000 millones de euros. Todas estas valoraciones no vienen de su facturación, si no de financiación externa (inversores).

Cómo puede ser posible que proyectos empresariales que levantan rondas de financiación de varios millones, no generen un solo euro.

¿Qué buscan? ¿Cómo monetizan su modelo de negocio? ¿Por qué lo hacen?

Creo que tengo la respuesta y os la diré más adelante.

¿Qué más para el próximo jueves?

Todos los jueves publicaré un post sobre marketing digital o emprendimiento, para que puedas mejorar tu empresa desde el minuto.

Recuerda que, si eres de los valientes héroes sin capa que se dedica a libre profesión, y trabajas en el sector de la ingeniería y arquitectura, ¡nuestra comunidad te interesa!

Aunque no seas cliente, me encantaría conocer tu opinión.

Clica aquí para que pueda responder a todas tus cuestiones. ¡No tengas vergüenza!

Y si quieres echarme un cable compartiendo este post, ¡siéntete libre!

Andrés Queijo

Cofundador de Belanders