
Comienza a vender.
Pero comienza haciéndolo barato. No tu venta, si no tu gasto.
- ¿Por dónde empiezo, Luz?
- Vendiendo.
- Vale, y… ¿después?
- Sigues vendiendo.
- ¿Y cuándo dejo de vender?
- Nunca.
En la conversación de hoy, soy yo quién pregunta.
Cuando empecé con belanders, me centraba demasiado en sacar un buen producto, algo que fuese cojonudo.
Pero estaba dejando de lado lo más importante. Las ventas.
Esto va de vender.
Es decir, el futuro de tu proyecto, en los inicios, depende de tus capacidades de venta.
En tus habilidades personales (soft skills para los departamentos de RRHH) reside parte del éxito de tu proyecto.
Serás muy buen ejecutor, pero si no vendes, estás perdido.
Por tanto, intenta potenciarlas. Habla delante del espejo, como hacía yo, para practicar una buena puesta en escena delante de un cliente. Hazlo delante de tus amigos, familiares o gente que pueda ayudarte a mejorar.
Cuando empiezas, estás solo. Podrás tener apoyos de la familia, amigos o algún loco que crea en ti desde el principio.
Pero tú te lo guisas, tú te lo comes.
Empezamos por partes.
¿Tienes ya esa idea? ¿O todavía le estás dando vueltas a qué puedes solucionar?
Recuerda el principio de este blog. Céntrate en tu cliente, y no en tu producto.
Te dejo el link aquí por si me acabas de conocer.
Lo primero. Ponle nombre.
Uno que mole. Que sintonice con lo que quieres representar. Que imagen y palabra formen un todo que satisfaga las delicias de cualquiera. Que fluya entre los clientes cual viento de poniente.
Error. Menudo triple de las agencias de marketing.
Ponle un nombre fácil de escribir.
Ponle un nombre fácil de recordar.
Yo aquí también me equivoqué. Y bastante. Puse un nombre que me parecía bonito: landers.com.
Al principio, mi modelo de negocio se centraba en digitalizar la ingeniería agrícola. De ahí, land = tierra y landers = ¿terreneros?
- Landers.com no está disponible.
- ¿Y ahora qué hago?
- Ponle un be delante Andrés, que queda de p*** madre.
- Vale.
Menuda cagada.
¿Quién es capaz de recordar este nombre? ¿Quién escribe ese nombre con solo oírlo? Ya he visto escrito vilanders y se me parte el alma, por no decir que un día me llamaron piquilander (supongo que sería una referencia a la serie Peaky Blinders).
Gran parte de la promoción de nuestra plataforma viene a través del boca a boca. Si escuchas belanders sin antes leerlo, es raro que lo escribas bien.
Entonces ¿a qué estamos jugando? Muchos promotores malgastan un montón de pasta en estas cosas. Pagan cantidades desorbitadas a agencias de diseño para que hagan esto.
Alternativa. Mi consejo de la semana, siguiendo lo que he hecho yo.
Entra en Canva.com, en la sección de logotipos. Te dejo el enlace aquí.
Verás un montón de referencias y ejemplos. Coge uno y ponle tu nombre. Es gratis.
Ahora, comienza a vender tu marca. Una vez que tiene nombre, estás personificando el proyecto. Lo estás diferenciando de otros.
¿Recuerdas lo que te comentaba el otro día sobre esto? Echa un ojo si eres nuevo. Personifica.
Y no tengas miedo en contar tu proyecto. Nadie te lo va a robar. Las ideas no valen de nada sin la ejecución.
Yo le contaba mi idea de belanders a todo el mundo, y a cambio, obtenía opiniones brutales que me servían para orientar el negocio hacia otros aspectos.
Con esto, podrás darte cuenta de dos conceptos clave en el mundo emprensarial, que dejaré para el próximo día. Pero podemos comenzar a diferenciarlos personificando nuestro proyecto.
Rentabilidad VS viabilidad.
¿Qué más para el próximo jueves?
Todos los jueves publicaré un post sobre marketing digital o emprendimiento, para que puedas mejorar tu empresa desde el minuto.
Recuerda que, si eres de los valientes héroes sin capa que se dedica a libre profesión, y trabajas en el sector de la ingeniería y arquitectura, ¡nuestra comunidad te interesa!
Aunque no seas cliente, me encantaría conocer tu opinión.
Clica aquí para que pueda responder a todas tus cuestiones. ¡No tengas vergüenza!
Y si quieres echarme un cable compartiendo este post, ¡siéntete libre!
Cofundador de Belanders